martes, 31 de agosto de 2010

Herman Pezo. Un secuestro sui generis


Sólo a unos cuantos badulaques causó estupor el “secuestro” del ciudadano Herman Pezo Rentería, acaudalado empresario de la leche y de la basura, ocurrido en la madrugada del 27/02/10 y que provocara exagerado interés en algunos medios informativos uno de los cuales (un ashí diarito) hasta se atrevió a decir que cuando el susodicho fue “devuelto” a su familia “en Iquitos el alboroto tras conocerse la noticia fue total…” ¿¿¿??? ¡¡¡!!!.
Erróneamente se cree que el pueblo nuestro es asustadizo, máxime cuando se dan ocurrencias nuevas o “novedades” que generalmente provocan revuelo en algunas redacciones por la inexperiencia de cándidos reporteros sumada a la apetencia de “carroñas noticiosas” de mediocres jefes de redacción y/o productores. Producen entonces reportes televisados, escritos y notas radiales que vanamente pretenden impresionar profundamente en sus receptores ávidos por encontrar en los distintos medios, mensajes distintos menos nauseabundos.
Doce han sido los días de ausencia de aquel chiclayano cuya fortuna facilitó la llegada de Lima de casi medio centenar de policías antisecuestros a quienes se dio (o se habría dado) apoyo logístico, alimentación, alojamiento, estipendios, etc.
Causó cierta notoriedad la captura inicial de tres sospechosos, pero no se dio con trasparencia la figura del rescate si nos atenemos al significado real de esta palabra, pues a casi 285 horas de obligado cautiverio el referido lechero (¡tiene una leche!) fue encontrado semi-perdido en el bosque, tras -supuestamente- ser abandonado por sus plagiarios.
¿Fue secuestro?
La Policía Nacional del Perú (PNP) nunca aclaró si se tuvo la configuración del delito de secuestro, lo que se pone en duda al no haberse producido  el hecho concomitante del monto del rescate que en situaciones similares pero ciertas, suelen exigir los captores a los familiares de las víctimas.
Confusos han sido los hechos desde aquella noche del viernes 26-02 cuando Pezo Rentería estuvo en esa especie de madriguera avenal donde decenas de individuos (trastornados por el alcohol y sus apetencias de ganar dinero fácil) gritan como chiflados al ver cómo se destrozan entre sí unos pobres gallos que obligados a golpes por sus insensibles dueños, protagonizan escalofriantes, sangrientos y repulsivos combates.
Al salir de ese antro (cuadra 13 de Calvo de Araujo), ya en la madrugada del sábado 27, el todo poderoso “milking” fue “raptado” según propia confesión.
Extraordinaria aparición
Como si se tratara de un notición relacionado a la captura de un alienígena y su plato volador, dóciles reporteros fueron a “cubrir” la extraordinaria aparición (¿o presentación?) de Herman Pezo. Mientras el presidente del GOREL Iván Vásquez Valera (siempre figureteando) le facilitaba un yate para su traslado a la Clínica “Ana Stahl”, donde apenas estuvo una hora, el alcalde de Maynas Salomón Abenzúr se confundía con su clientazo en un abrazo salpicado de lágrimas.
Todos los diaristas estaban turbaditos por la emoción, que ninguno reparó en el por qué Pezo no presentaba un cuadro crítico al cabo de DOCE DÍAS comiendo galletas con atún, caminando sin cesar, bebiendo aguas contaminadas de cochas y riachuelos, y durmiendo no precisamente en camas, con arreglo a sus confesiones a la prensa local y nacional, que devinieron en risibles y tediosas por repetitivas.
Don “Milking” ni siquiera supo disimular su “desventura” atendiéndose cuando menos 24 horas en la citada clínica. Antes bien, aceptó una entrevista “exclusiva” en su propia casa con delicioso desayuno incluido, a las siete, a un radioperiódico matutino. A las veintiún horas le dijo casi lo mismo a la otra entrevistadora televisiva de la noche: pormenores de la noveleta de la cual fue principal y casi único protagonista.
El faenón de ese jueves 11-03-10 terminó a las veintitrés horas en el antedicho coliseo de gallos donde le dieron una emotiva y cruenta (por las luchas de los espuelados gallitos) bienvenida. Si estuvo jodido tantos días en plena jungla ¿cómo no pudo darse un descansito de unos cinco días? Todo un supermán el lecherito.
Notoriedad del personaje y preguntas fútiles     
El descomunal interés que despertó en la prensa el “caso Pezo” quizá podría entenderse aunque no del todo justificarse, porque el referido comerciante tiene empresas que venden productos lácteos y brindan servicio (deficiente) de recojo de basura; siendo sus principales clientes las Municipalidades Provinciales y Distritales de la Región Loreto. Curiosamente, por lo general, casi siempre gana las licitaciones que se convocan para abastecer al Programa Vaso de Leche.
También se sabe, aunque resulta difícil comprobarlo, que el susodicho “caballero Carmelo” desde hace casi dos décadas habría estado financiando las campañas proselitistas de políticos misios, inescrupulosos y sinvergüenzas. Un típico caso de “inversión” para después recuperarla con creces al ganar sus propuestas las buenas pro, y otros favorcillos.
Nadie, absolutamente nadie, tuvo el coraje de preguntarle algo así al otrora escurridizo empresario:

  • Si le pidieron rescate, ¿a cuánto ascendió el monto y si le fue entregado a los plagiarios?
  • ¿a cuántos políticos y desde cuándo ha solventado sus campañas? Relación completa de beneficiarios.
  • Monto de lo “invertido” hasta el momento. 
  • Si usted sabe lo que es la filantropía, ¿alguna vez ha dado alguna contribución económica para ayudar a los más pobres?
  • Considerando sus elevadas ganancias, ¿ha hecho alguna reinversión en Iquitos o se la ha llevado todo al extranjero?
Fútiles han sido las preguntas incluso de los enviados de Frecuencia Latina y de Panamericana TV, que en nada han contribuido al esclarecimiento de un caso que tiene (o ha tenido) todos los componentes de una tragicomedia.
¡Ah! La seguridad
Este asuntejo del plagio del opulento comerciante norteño motivó una reunión para abordar el tema de la seguridad ciudadana, con la sola asistencia de un alcalde distrital y de cinco autoproclamados “periodistas representativos” que al final suscribieron un pronunciamiento vacuo, uno de cuyos “puntos” recomendaba a las autoridades (¿a cuáles?) que ya no se venda en Iquitos ni un solo motocarro más…
Don Herman no se ha estado preocupando por su seguridad personal como que acude sin guardaespaldas a cualquier lugar que le antoje. Si algún personaje ha pretendido obtener algún rédito personal ofertando servicios de seguridad a políticos y empresarios, aprovechando de tan espléndida coyuntura, mejor que se dedique a otro asunto diferente.
El “histórico” primer rapto de Iquitos ha venido a engrosar la lista de casos histéricos, de alucinaciones chocarreras y de cuentos divertidísimos. En la nefanda historia de los secuestros lo sucedido con el pelacho gallero-lechero ha sido el capítulo más hilarante, insólito y peculiar que podría servir de inspiración hasta al más adocenado escribidor de novelillas baratas.

No hay comentarios: